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En relación con el dolor de un niño violentado

Sufrimiento

octubre 6, 2025

En asuntos tan graves y complejos como un crimen tan perverso y sus repercusiones, reconozcamos nuestra limitación para resolver todo con un “estoy de acuerdo” o “no estoy de acuerdo”.

Darleide Alves

Algunas personas tildaron de “Belcebú” al hijo de Dios. Pero algunos no son todos.

Una multitud gritó: “Crucifícalo”. Pero una multitud no representa a todo el mundo.

Siempre ha habido gente ruidosa y apasionada que no entiende de razones. Gritaron ante la cruz como gritan en la puerta del hospital llamando “asesina” a una niña violada y embarazada.

Todo es tan triste, tan miserable… Pero no se trata de una mujer que decidió abortar y tirar a su hijo a la basura porque “es su cuerpo, y son sus reglas” para seguir disfrutando de la vida. Se trata de una niña que ha sido violada desde los seis años por un pariente desgraciado y criminal. Mira a un niño de seis años. ¡Seis años! Hoy solo tiene diez años.

Es fácil responder con un simple “estoy de acuerdo” o “no estoy de acuerdo”, “está bien” o “está mal”, como hicieron los amigos de Job. Los argumentos pueden parecer los mejores, pero estaban equivocados.

Y eso va para todos nosotros.

Incluso Job, un hombre justo, argumentó con todo coraje y certeza en favor de su propia inocencia. Y de hecho era inocente. Sin embargo, fue incapaz de responder al menos a una de las ochenta preguntas que Dios le había hecho.

Finalmente Job declaró: “Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, las cuales jamás podré comprender” (Job 42:3). “Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:6).

Ni siquiera los “justos” pueden presentarse ante la justicia de Dios. Cuidemos nuestra lengua para no gritar como algunos ni como la multitud. Comportémonos como el remanente. De lo contrario, responderemos al Señor cuando nos pregunte: “¿¿Me condenarás para justificarte tú? (Job 40:8, NBLA).

En asuntos tan graves y complejos como un crimen tan perverso y sus repercusiones, reconozcamos nuestra limitación para resolver todo con un “estoy de acuerdo” o “no estoy de acuerdo”. Tal vez sea más prudente hacer lo que hicieron los amigos de Job durante siete días y siete noches: guardar silencio.

“Se sentaron en el suelo junto a Job, y así estuvieron siete días con sus noches, sin que ninguno de ellos se atreviera a decirle algo, pues veían que era muy grande su dolor” (Job 2:13).

Sin embargo, se equivocaron cuando cayeron en el error de hablar en nombre de la justicia.

¿Habrá un “Job justificado” para interceder por los que están equivocados?

Autor: Darleide Alves es presentadora del programa Consultório de Família de la TV Novo Tempo.

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web: https://biblia.com.br/perguntas-biblicas/respeito-a-dor-de-uma-crianca-violentada/

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