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La importancia del perdón

Perdón

mayo 23, 2025

Una de las cosas más importantes en la vida de una persona que quiere ser feliz es el perdón, porque proporciona paz al corazón y da verdadero sentido a la existencia. Muchos sufren depresión y otros problemas emocionales porque no perdonan o no se sienten perdonados.

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. [Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén]. Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también les perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará sus ofensas” (Mateo 6:12-15).

Una de las cosas más importantes en la vida de una persona que quiere ser feliz es el perdón, porque proporciona paz al corazón y da verdadero sentido a la existencia. Muchos sufren depresión y otros problemas emocionales porque no perdonan o no se sienten perdonados. Una de las razones por las que debemos perdonar según Mateo 6:12-15 es que “esperar de otros lo que uno mismo no está dispuesto a hacer es la esencia del egoísmo y del pecado”1. Así como Dios nos perdona todos los pecados (1 Juan 1:7-9; Miqueas 7:19), nosotros debemos perdonar al prójimo. Debemos reconciliarnos con el ofensor aunque no tengamos la voluntad de hacerlo, porque en la Biblia perdonar no es una cuestión de “querer o no” (elección), sino de obedecer un mandamiento divino (¡véase la orden de Jesús en Mateo 18:21, 22!) que, si se deja de cumplir, traerá graves consecuencias, incluso para nuestra salud.

¿Perdonar es olvidar?

El psicólogo y consejero cristiano Jay A. Adams dijo acertadamente en su libro O Manual do Conselheiro Cristão [The Christian Counselor’s Handbook], p. 70: “El perdón no es un tratamiento de electroshock que borra instantáneamente de la memoria el pasado reciente. Esto significa que perdonar no es sinónimo de olvidar al instante. Comparo el perdón con una cicatriz. Cuando nos lastimamos, como resultado de la herida nos queda una cicatriz. Cada vez que lo miramos, recordamos cuándo, dónde y cómo ocurrió. Esto no significa que nos siga causando dolor o malestar, todo lo contrario, es indiferente, no causa dolor, no causa nada, solo el recuerdo.

El perdón, por tanto, no indica necesariamente el olvido inmediato de la ofensa, sino el no sentir dolor al recordar lo ocurrido.

¿Cómo perdonar desde dentro?

El perdón implica el compromiso de no volver a plantear la cuestión. El perdón bíblico también implica la promesa de:

(1) Evitar poner la ofensa sobre la cabeza del infractor.

(2) Prometer no hablar de lo sucedido.

(3) Prometer no ocupar la mente con el asunto. Esto significa adoptar actitudes y prácticas que conduzcan al olvido.

(4) Si Dios lo olvida todo cuando nos perdona, ¿cómo es posible pretender que nosotros no olvidemos también? Debemos armonizar los textos bíblicos Jeremías 31:34 e Isaías 43:25 que afirman que Dios olvida nuestros pecados. Dios es omnisciente y “no puede olvidar. Olvidar, en este pasaje, es en realidad una forma hebrea de referirse al acto de perdonar”2.

“Perdonar es ‘olvidar’, en el sentido de que uno ha enterrado el problema. Perdonar equivale a prometer no recordar nunca una ofensa contra otra persona. ‘Recordar’ se emplea en el sentido de ‘ventilar nuevamente [el asunto]’ (véase 3 Juan 1:10)… Es como si Dios dijera: ‘Las cosas que has hecho en contra de mi ley no las recordaré’.

“El verdadero perdón humano lleva al olvido. Cuando alguien se niega a ventilar un asunto de nuevo (incluso a sí mismo), se olvida rápidamente. Cuando no podemos olvidar, es porque recordamos activamente”3.

“El olvido, en lo que respecta a Dios, no puede significar más que su voluntad de ‘enterrar’ el asunto para nunca más plantearlo… Eso es lo que se requiere en el perdón humano. Perdonar es “olvidar”, en el sentido de enterrar el problema y no dejarse “lavar el cerebro”. El perdón equivale a la promesa de no recordar nunca una ofensa, contra la persona.

Beneficios del perdón

Al perdonar, nos beneficiamos:

(1) Espiritualmente: Nuestra relación con Dios será mucho mejor.

(2) Mentalmente:Evitaremos sufrir una depresión o un infarto con el tiempo. Tendremos tranquilidad.

(3) Físicamente: La paz mental nos da salud, vigor y ánimo.

(4) Socialmente: Nos relacionaremos mejor con los demás.

¡No pierdas la oportunidad de disfrutar de todas estas ventajas!

Dios quiere que perdonemos. Si él nos manda perdonar, es porque nos proporciona el poder para hacerlo (Filipenses 2:13) y sabe que esa actitud será la mejor para nuestra felicidad. El Creador nunca nos exige más de lo que podemos dar. Recuerda lo maravilloso que es ser perdonado por Dios. No olvides que tu agresor puede sentir lo mismo si le perdonas. Sigue el consejo de Jesús en Mateo 18:22 de perdonar “hasta setenta veces siete”. Aunque no quieras, da ese paso de obediencia y Dios hará el resto: ¡el milagro! En la cruz del Calvario, Jesús nos dio la posibilidad de disfrutar de paz mental al recibir el perdón. No privemos a los demás de ello.

Autor: Escuela Bíblica

1 Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, vol. 5, p. 338.

2 Jay A. Adams, O Manual do Conselheiro Cristão, p. 72, Editora Fiel. (Adaptado).

3 Ibid.

4 Ibid.

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web:  https://biblia.com.br/perguntas-biblicas/gilherme-de-padua-julgado-condenado-e-convertido-beneficios-do-perdao/

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