Acceder

Registro Recuperar contraseña

¿Quién fue Balaam?

Personajes bíblicos

noviembre 8, 2024

La idea de que Dios pueda erigir un profeta de entre no israelitas no es común en la Biblia, pero tampoco le es ajena.

Ángel Manuel Rodríguez

Balaam es una figura enigmática (Núm. 22-24). Me gustaría conocerlo más, aunque la única información que tenemos parte del texto bíblico; lo examinaremos brevemente.

1. Profeta de Dios: ¿Cuál fue la conexión entre el Señor y Balaam? ¿Fue un adorador de Jehová?Una cosa es clara: el Espíritu del Señor vino sobre él y profetizó acerca del futuro del pueblo de Dios y de la venida del Mesías (Núm. 24:1-9, 17-19). Aunque Balac, rey de Moab, quería que Balaam maldijera a Israel, solo pudo reconocer que habían sido bendecidos por el Señor. El Señor lo utilizó y le reveló su plan. ¿Fue éste un incidente aislado, la primera vez que el Señor lo utilizaba como profeta? Probablemente no, pero no podemos asegurarlo. Balaamle dijo a los mensajeros de Balac, «Yo no podría hacer nada grande ni pequeño, sino ajustarme al mandamiento del Señor mi Dios» (Núm. 22:18, NVI). Así sabemos que Balaam se había convertido a Jehová, el Dios de Israel, y lo adoraba. No sabemos cuándo y cómo ocurrió, pero sabemos que, como resultado de su compromiso con él, Dios utilizó a Balaam como su profeta. La idea de que Dios pueda erigir un profeta de entre no israelitas no es común en la Biblia, pero tampoco le es ajena (véase Job; 2 Crón. 35:21).

2. La práctica de rituales paganos: Existen otros dos detalles que contribuyen a hacer de Balaam una figura enigmática. Primero, lo hallamos al servicio de un rey que le ordenó que maldijese a Israel, el pueblo de Jehová; segundo, al ir en busca de una revelación de Dios utilizó prácticas paganas. Los paganos usaban diferentes rituales para influenciar a los dioses y predecir el futuro. En algún momento, Balaam combinó el culto de Dios con prácticas rituales paganas y adoró a otros dioses. En 1967, durante una excavación arqueológica en Tell Deir ’Allá (al este del Valle del Jordán), se encontró un yeso con una inscripción que se remonta a fines del siglo dieciocho o comienzos del siglo diecisiete A.C. Se menciona a «Balaam hijo de Beor»y se lo llama «un vidente de los dioses». Los eruditos concuerdan en que este Balaam es el mismo que se menciona en la Biblia, y probablemente tengan razón. La Biblia lo describe como un adivino que recibió pagos o instrumentos por la adivinación (la palabra hebrea qésem, en Números 22:7, puede estar refiriéndose a los instrumentos de adivinación). Números 24:1 declara que antes de pronunciar su tercer oráculo Balaam recurrió a la hechicería [hebreo, najásh, probablemente requiriendo un mal agüero como otras veces, véase Núm23:23 NVI], dando a entender que en las dos ocasiones anteriores practicó la hechicería. El texto no explica el ritual que utilizó para buscar el agüero. No pudo coercionar al Señor para que le revele un mal agüero contra Israel. Su conexión con el politeísmo sugiere que, en principio, él rechazaba al Señor de Israel.

3. El propósito de la historia: La importancia de esta historia no es tanto saber más sobre Balaam, sino captar su propósito dentro del libro de Números. Primero, el relato evidencia que no existe otro Dios como el Dios de Israel. Balaam era completamente consciente de que Jehová es único en el hecho de que él no puede ser coercionado por los seres humanos; que la hechicería no es efectiva con él. Varias veces Balaam reconoció que solo podía mencionar lo que Jehová ponía en su boca, y que era incapaz de poner en boca de Dios lo que Balac requería. Frente al tercer oráculo, Balaam abandonó cualquier intento de influenciar sobre Dios, y se puso a su disposición. Allí fue cuando el Espíritu vino sobre él.

Segundo, la historia demuestra que el pueblo de Dios es invencible: las fuerzas del mal no pueden realizar sus malvados propósitos contra quienes están bendecidos por el Señor. En Números, Dios se revela como el líder militar de su pueblo, un ejército que marcha vigorosamente hacia Canaán.

Tercero, por medio del relato Dios compartió sus planes para con Israel con el mundo pagano. La visión de Balaam señalaba un tiempo cuando, a través del poder de Dios, Israel sería victorioso sobre todos sus enemigos y podría vivir en forma pacífica (Núm. 24:8, 9). Previó un tiempo cuando el Rey de Israel y su reino serían exaltados (versículos 8, 17-19). El mensaje de esta historia se aplica con igual poder al pueblo de Dios hoy, y reafirma nuestra confianza en nuestro Salvador y Señor.

Autor: Ángel Manuel Rodríguez, Th. D., fue director del Biblical Research Institute (Silver Spring, Maryland, Estados Unidos).

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web: https://www.adventistbiblicalresearch.org/es/materials/numeros-22-24/ 

Si deseas saber más de la Biblia, solicita gratis el siguiente curso: