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Daniel 8:14: profecía cumplida

Profecías

septiembre 11, 2023

Daniel 8:14 y su cumplimiento en 1844 son un llamado para que los cristianos regresen a la Biblia y las profecías apocalípticas para reafirmar que Dios participa activamente en el cumplimiento de la palabra profética en la historia humana.

Ángel Manuel Rodríguez

¿Por qué es importante para todos los cristianos la profecía establecida sobre la base de Daniel 8:14 que culmina en 1844?

Esta es la pregunta que nos hacen de tanto en tanto otros cristianos. En una era de racionalismo y metodologías científicas, se considera absurdo afirmar que un escritor bíblico fue capaz de predecir eventos que se harían realidad miles de años después de ser anunciados. Pero la Biblia brinda abundantes ejemplos de profecías a corto y largo plazo, que tuvieron cumplimiento histórico.

1. Un Dios del futuro: El año 1844 debería recordar a los cristianos que el Dios de las Escrituras aún se involucra en la historia. El enfoque histórico crítico de la interpretación bíblica excluye la interpretación divina de la intervención de los asuntos humanos, dejándonos en las manos de la causalidad humana y natural. Daniel 8:14 y su cumplimiento en 1844 son un llamado para que los cristianos regresen a la Biblia y las profecías apocalípticas para reafirmar que Dios participa activamente en el cumplimiento de la palabra profética en la historia humana. Estas profecías ofrecen un bosquejo general de la experiencia del pueblo de Dios durante la era cristiana, los ayudan a ubicarse dentro del flujo de la historia y los llaman a ponerse de lado del plan divino.

Dios no dejó de comunicarse al final del siglo I; aún podemos oír su voz en el cumplimiento de las profecías apocalípticas. El cumplimiento de Daniel 8:14 en 1844 representa un clamor divino a la raza humana, que nos informa que la obra de Cristo en el Santuario celestial está directamente relacionada con su obra dentro de la historia.

2. La obra mediadora de Cristo: El evocar el año 1844, cuando se cumplió la profecía, es un llamado al mundo cristiano para que regrese a la enseñanza bíblica de la obra mediadora de Cristo en el Templo celestial. En general, los cristianos han descuidado esta verdad bíblica. En la tradición católica romana, la iglesia llegó a ser el Templo celestial y estableció un sacerdocio humano para distribuir la gracia de Cristo. Así quedó relegada la obra del único Mediador entre Dios y los seres humanos (1 Tim. 2:5). Los protestantes enfatizaron tanto la cruz que poco tienen para decir sobre la mediación de Cristo ante el Padre. A menudo, la limitan a su muerte en la cruz. La significación tipológica de los servicios del Santuario israelita ha sido parcialmente ignorada. Pero la mediación de Cristo en el cielo es tan importante para nosotros como la cruz; no porque complemente la cruz, sino porque revela su poder salvífico.

3. La obra de juicio de Cristo: El cumplimiento de la profecía en 1844 anuncia al mundo cristiano que el significado tipológico del Día de la Expiación (Lev. 16) –su obra de juicio escatológico– está siendo cumplido por la mediación de Cristo en el Templo celestial. Este juicio, que ya está en proceso, producirá la vindicación de Dios y su pueblo y la purificación del universo de la contaminación del pecado (Apoc. 20:11-15). El juicio no tiene por objetivo informar de algo a Dios, sino revelar a todas las criaturas inteligentes que él ha hecho frente al problema cósmico del pecado con amor y justicia (Fil. 2:9-11; Apoc. 16:5-7; 19:1, 2). Mientras este juicio se lleva a cabo en el cielo, la iglesia se encuentra activa en la tierra.

4. La urgencia del mensaje: El cumplimiento de la profecía de1844 invita al mundo cristiano a despertar de su letargo espiritual para proclamar un mensaje que lo prepare para la venida de Cristo. Este evangelio eterno debería ser proclamado en el contexto de la hora del juicio divino y de los engaños satánicos que se incrementarán  significativamente hacia el fin del conflicto cósmico (Apoc. 14:6-12; 13:13, 14).

La iglesia cristiana debería proclamar con urgencia al Salvador crucificado y resucitado que se encuentra en el Santuario celestial intercediendo por nosotros ante el Padre e involucrado directamente en la tierra, mediante su Espíritu, para oponerse al último ataque demoníaco contra Dios y su reino. El año 1844 trajo a la luz un sistema de verdades bíblicas que se opone sin temor a los engaños del enemigo, siendo así un instrumento divino para preparar al mundo para el regreso de Cristo.

Autor: Ángel Manuel Rodríguez, Th. D., fue director del Biblical Research Institute (Silver Spring, Maryland, Estados Unidos).

 

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web: https://www.adventistbiblicalresearch.org/es/materials/profecia-cumplida/

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