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El cristiano y la masturbación

Cambios

mayo 26, 2025

¿La masturbación es pecado? La Palabra de Dios nos enseña que el sexo, en lugar de disfrutarse egoístamente, debe compartirse de forma exclusiva dentro del matrimonio.

No es una cuestión tan sencilla, ya que afecta tanto a jóvenes como a adultos, casados y solteros, mujeres y hombres. Muchos jóvenes empiezan esta práctica como una forma de “conocer su cuerpo” y luego se encuentran presos de una adicción.

Muchas personas se preguntan si la masturbación es pecado, pero antes de llegar a esa respuesta debemos buscar otras conclusiones, por ejemplo: ¿qué estamos haciendo con nuestro cuerpo o, mejor dicho, qué estamos haciendo con este templo? (1 Cor 6:19). Partiendo de este principio, abramos un poco más nuestro entendimiento: cuando queremos satisfacer la voluntad de la carne, caemos en algunas trampas ocultas; los lazos de Satanás (Ef. 6:11, 12).

El apóstol Pablo, escribiendo a los Corintios (1 Cor. 6:12) habla de cosas lícitas, pero que no se dejen llevar por ninguna de ellas. Este es un pensamiento que nos lleva al autocontrol (Gal. 5:23), siguiendo esta idea el apóstol nos da una pista en (1 Cor. 7:9) es mejor contraer matrimonio que vivir en la tentación, para los que ya tienen edad de casarse.

La masturbación crea dependencia emocional; cuanto más se practica, más incita a practicarla. Hay hormonas que forman parte de nuestra felicidad pero que en este caso se disparan de forma errónea (dopamina, serotonina, endorfina y oxitocina, juntas forman el llamado grupo de neurotransmisores de la felicidad). La presión de la mano al sujetar el pene y la fricción frenética repetida para alcanzar el éxtasis provoca un falso orgasmo en un instante, para las personas solteras, esto será un problema en el futuro, porque la presión ejercida por la vagina durante el acto sexual, ayudada por la lubricación natural, es menor que la presión ejercida por la mano. Esto puede causar disfunción eréctil del pene, es decir, una repulsión al sexo, porque no habrá placer en el acto, ya que tanto la fricción como la presión serán muy diferentes, momento en el que entra en juego el sabotaje del cerebro, que no registra este acto como placentero.

Es más común hablar de los hombres en estos temas, pero es bueno recordar que esto le puede suceder a ambos. En el caso de las mujeres, la práctica puede conducir a un DSH (deseo sexual hipoactivo), es decir, la falta de deseo de tener relaciones sexuales. Para las mujeres casadas, esto desestabilizará la relación, mientras que para las mujeres solteras, la autosuficiencia puede conducir a otras patologías emocionales, como la falta de empatía.

Así que este acto es contrario a (Gén. 2:24) en cuanto a la expresión “únete a tu mujer” ¡eso es sexo! Convertirse en una sola carne, esto incluye el placer de ambos (orgasmo), la práctica de la masturbación de ambos h/m quitará el placer del acto sexual. En el matrimonio, uno se adelantará al otro en cuanto a placer (eyaculación precoz) y (contracciones vaginales) ninguno de los dos sabrá lo que es el orgasmo, tendrán sexo para satisfacer egoístamente sus deseos carnales, pero estarán lejos de “satisfacerse en el amor… en la entrega”.

Poco a poco las personas con estas prácticas pierden el deseo de conquistar al sexo opuesto, porque la masturbación es comandada por el cerebro que sabotea su libido, algunas enfermedades están asociadas a esta práctica, fobia social, eyaculación precoz en el acto sexual y disminución de la excitación (Ef. 5:3, NVI).

Pues bien, ante todo esto, ¿cómo podemos prevenir o actuar?

En primer lugar, orar a Dios para que nos libre de estas trampas silenciosas que nos tiende el enemigo de nuestras almas. En segundo lugar, la Biblia es nuestro manual de orientación en todo momento y en toda situación. Veamos… (Gén. 2:18) no es bueno que el hombre esté solo, esto más que una directriz es una ordenanza porque cuando estamos solos nos traicionan nuestras emociones, en este caso en discusión estar solo puede ser un detonante para la práctica, así que trata de no estar solo, aunque no estés con alguien en específico, lo importante es estar en medio de la gente, compras, plazas, comercio, recreación colectiva.

(Mt. 18:9) Si tu ojo te hace pecar, sácatelo, no se trata de arrancarte los genitales o mutilártelos, sino de buscar las cosas o situaciones que te llevan a masturbarte, son los llamados “gatillos”.

También puedes estar experimentando algo llamado poluciones nocturnas, no te alteres por ello, las poluciones nocturnas son orgasmos espontáneos durante el sueño que incluyen eyaculación para los hombres y humedad vaginal para las mujeres, pero son comunes en adolescentes.

Aquí tienes algunos consejos para evitarlo. acróstico (c.a.n.t.a.r)

C. Corre de los pensamientos (sal de los desencadenantes) Sal. 139:23-24
A. Ataca (di no en los primeros 5 seg. al deseo) Job 31:1
N. Nortea (busca algo contrario a ese deseo) Is. 55:7
T. Torna tu mente segura, bloquéala con música o lectura. Prov. 4:26
A. Alégrate, no te estanques en una idea Prov. 15:13
R. Redirige tu mente (no estés solo) Gén. 2:18

Haz la guerra contra tu voluntad. Lee Sal.119:9-11 y esconde tu deseo en Jesús. A continuación algunas buenas lecturas bíblicas donde puedes encontrar refugio y meditación.

1 Co. 15:57 ; 1 Pe. 2:11 ; Fil. 4:6.7 ; Fil. 2:13.

Por último, en respuesta al segundo párrafo de este artículo, lee la carta a los Filipenses 4:8.

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