Las hojas de sanidad en Apocalipsis 22:2
Tierra Nueva
agosto 7, 2023
¿En que sentido son las hojas del árbol de la vida, según se mencionan en Apocalipsis 22:2, para la sanidad de las naciones?
Ángel Manuel Rodríguez
Como el versículo que usted menciona describe la vida en la Nueva Jerusalén, asumo que quiere saber qué necesidad habrá de sanidad en la Tierra Nueva. Pues bien, en verdad, el texto bíblico no responde directamente a su pregunta. Para buscar una respuesta, si es que existe una, tenemos que analizar otros textos y extraer conclusiones. Pero repasemos en primer Lugar que dice la Biblia acerca de las «hojas».
1. Hojas y más hojas: En la Biblia, las hojas poseen connotaciones tanto positivas como, negativas. Un árbol de hojas verdes es una expresión de belleza y fertilidad; un árbol de hojas marchitas indica muerte o ausencia de fertilidad. Las hojas marchitas representan el daño del pecado sobre las plantas y el pueblo de Dios (Isa. 1:30; Jer. 8:13). Las hojas verdes son un símbolo de prosperidad y renovación de la vida (Prov. 11:28; Sal. 1:3), y aun de esperanza (Gén. 8:11). La belleza de un árbol de abundante follaje era símbolo de fertilidad y ocupaba una función importante en la religión cananea (1 Reyes 14:23; Eze. 6:14). El pecado dañó los árboles, pero estos siguieron siendo útiles. En algunos casos, las hojas podían ser medicinales (por ejemplo, se usaban las hojas de la higuera para vender las heridas).
2. Otras menciones: En Apocalipsis, se describe la Nueva Jerusalén como un jardín de aguas abundantes y plantas hermosas (Apoc. 22:1-3). La imagen del jardín tiene el propósito de recordar al lector sobre la conexión con la narrativa del Edén. En ambos casos, hay agua en abundancia y está presente el árbol de la vida (Apoc. 22:1, 2; Gen. 2:9-11). En el caso del Edén, el árbol de la vida está claramente asociado con la perpetuidad de la vida humana (Gen. 3:22). Después del pecado, se les prohibió a los seres humanos acceder a ese árbol. El árbol de la vida no era símbolo de sanidad. En Ezequiel 47:1-12 aparecen relacionados los árboles, las hojas y la sanidad. El profeta vio que salía agua por debajo del umbral del templo, hacia el este y después hacia el sur. Esta se convirtió en un profundo río que llegó hasta el Mar Muerto, dándole vida (vers. 8, 9). En las riberas del río había muchos árboles cuyas hojas, se dice, «nunca se caerán, sino que se usarán como medicina [ … ]. El fruto que darán cada mes servirá de alimento» (vers. 12, TLA).[1] Tanto en Ezequiel como en Apocalipsis el río fluye del templo de Dios y las hojas de los árboles traen sanidad. En Ezequiel hay muchos árboles; en Apocalipsis solo aparece el árbol de la vida en ambas márgenes del río. En los dos casos somos trasladados a la condición original de la tierra. Ezequiel no declara en forma explícita la naturaleza de la sanidad producida por las hojas del árbol.
3. La sanidad y la Nueva Jerusalén: La información reunida es útil pero claramente no responde su pregunta. Podemos afirmar que, en la Nueva Jerusalén, la naturaleza es restaurada a su belleza y fecundidad original: las hojas ya nunca se marchitarán. Respecto del árbol de la vida, sabemos que el pueblo de Dios ahora puede acceder a él (Apoc. 2:7; 22:14), y que sus hojas son «para la sanidad de las naciones» (Apoc. 22:2). Esta sanidad puede estar asociada con lo que se menciona en el siguiente versículo: «No habrá más maldición» (vers. 3). Esta es la sanidad total que se describe más específicamente en Apocalipsis 21:4: «No habrá más muerte, ni [ … ] llanto, ni clamor ni dolor». ¡La maldición del pecado desaparecerá! Jesucristo, el verdadero árbol de la vida, sanará a los seres humanos y a la naturaleza.
En ese caso, podemos afirmar que una vez «reintegrados en su derecho al árbol de la vida, en el desde tanto tiempo perdido Edén, los redimidos crecerán hasta alcanzar la estatura perfecta de la raza humana en su gloria primitiva. Las últimas señales de la maldición del pecado serán quitadas» (El conflicto de los siglos, p. 627).
Así mismo, el consumo de las hojas del árbol de la vida por la eternidad también podría funcionar –me permito especular– como un acto de adoración que recuerda que nuestra sanidad se hizo posible por medio de Cristo. ¿Podríamos denominar a esto medicina preventiva?
[1] El texto de la TLA pertenece a la versión Traducción en Lenguaje Actual. Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 2000. Usada con autorización.
Autor: Ángel Manuel Rodríguez, Th. D., fue director del Biblical Research Institute (Silver Spring, Maryland, Estados Unidos).
La publicación original de este artículo se encuentra en la página web: https://www.adventistbiblicalresearch.org/es/materials/apocalipsis-222/
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