Acceder

Registro Recuperar contraseña

Lecciones que aprendí con el coronavirus

Realidad mundial

marzo 1, 2021

La primera pandemia de coronavirus ocurrió en el 2003. El SARS (Severe Acute Respiratory Syndrome – Síndrome Agudo Respiratorio Grave) ocurrió en China y también se diseminó por el mundo. Pero no causó tanta tragedia como el actual COVID-19. Hong Kong, sin embargo, tuvo más de mil muertes. Yo estaba allá cuando sucedió eso (como conté en este artículo) y aprendí algunas lecciones que también valen para hoy.

Dieta: En los primeros años del siglo XXI, parece que el virus se originó de un animal salvaje común en la provincia de Cantón, e incluía a Hong Kong, Shenzhen y Guangzhou, entre otras ciudades. Las personas tenían la costumbre de comer los animales que se vendían en las ferias libres. Si usted ya visitó uno de esos mercados, puede imaginar virus, bacterias y otros microrganismos en el aire solo por el olor y la suciedad del ambiente.

Lección aprendida: Ser vegetariano y tener buena higiene.

Mascarillas: Pronto todo el mundo estaba usando máscara. Recuerdo que estaba viajando a los Estados Unidos cuando decidí ir al baño del avión. Cuando me levanté y miré hacia atrás, vi una imagen irracional. Todos los pasajeros tenían mascarillas. Como era de noche, parecían fantasmas.

Lección aprendida: Usar máscaras y evitar ambientes llenos.

Manos limpias: Muchas veces las personas con manos contaminadas se tocan la nariz, la boca y los ojos y contraen la enfermedad. Lavarse las manos, usar desinfectante para manos, alcohol y hasta guantes es la medida necesaria. En mis charlas sobre el sistema inmunológico, inventé un dispositivo hecho de cartón para ponerse en el cuello que imposibilitaba tocarse el rostro, ¡pero no gané regalías con eso!

Lección aprendida: Mantener las manos limpias y no tocarse el rostro.

Quedarse en casa: Fue una lección difícil de aprender. En Hong Kong prácticamente todos viven en departamentos. Yo vivía en el octavo piso, de modo que salir de casa era una necesidad. Quedarnos en casa era como si estuviéramos en la prisión.

Lección aprendida: Permanezca en casa el máximo de tiempo posible, especialmente si está enfermo.

Distanciamiento social: Por primera vez aprendí ese término, que ahora es familiar en todo el mundo. Aléjese de los demás, pues el virus generalmente no se esparce más de 1,80 m. Fue fácil hacerlo porque tengo precisamente 1,80 m de altura, entonces imaginaba estar separado por la misma distancia de mi altura.

Lección aprendida: no se acerque demasiado, no abrace, no dé un apretón de manos, y use lenguaje de señas para saludar a las personas.

Sistema inmunológico: Presenté muchas charlas sobre el sistema inmunológico y aprendí muchas cosas nuevas. El astrágalo era la hierba china de la época, y hasta los profesionales médicos universitarios usaban mezclas de esa hierba. Yo pongo mis esperanzas en el estilo de vida, con una alimentación saludable, ejercicios, descanso y evitar sustancias tóxicas.

Lección aprendida: Mantener un estilo de vida saludable.

No tenga miedo: Algunas veces pensé que el virus me había alcanzado. Estuve débil, temblaba y estornudaba mientras asistía a una charla sobre el SARS. Estaba seguro de que había contraído la enfermedad, pero entonces fui al baño y oriné por dos o tres minutos. Era el aire acondicionado que estaba muy frío y por eso tuve los síntomas.

Lección aprendida: Relájese, escuche buena música, tenga más humor en la vida y ore.

Gracias a Dios, sobreviví al coronavirus en el 2003. Y hasta ahora sobreviví al COVID-19 también. Mi única lucha es el contacto restringido con mis nietos. El problema es que mi hijo, Mauricio es odontólogo; mi yerno, el marido de Caroline, es médico de primeros auxilios, y mi nieta, Alana, de André, está yendo a la escuela, no por el Zoom. Estoy siguiendo las precauciones presentadas y ya me vacuné. ¡El resto está con el Señor!

“Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Salmos 91:7).

Autor: Hildemar Santos, médico y docente de la Faculdad de Salud Pública en la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos.

Artículo original en: https://noticias.adventistas.org/es/columna/hildemar-santos/lecciones-que-aprendi-con-el-coronavirus/

Para aprender enseñanzas positivas y espirituales, solicita el curso: