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Morir a los cien años: una explicación bíblica de Isaías 65:20

Vida

febrero 22, 2023

Si en la tierra nueva “ya no habrá muerte” (Apocalipsis 21:4), ¿cómo será posible que allí “no habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo” y que “morir a los cien años será morir joven” (Isaías 65:20)?

Pr. Alberto R. Timm, Ph. D.

Para entender la tensión entre Isaías 65:20 y Apocalipsis 21:4, debemos establecer una distinción clara entre el propósito original de Dios para la nación de Israel y su plan para la iglesia de hoy. Dios había elegido, por su gracia, al pueblo de Israel y lo había conducido a la tierra de Canaán (Deuteronomio 7:7-8), donde lo estableció con la misión específica de atraer a “todos los pueblos” a adorar al Dios verdadero (véase Isaías 56:1-8).

Si los israelitas hubieran vivido a la altura de su llamado y hubieran cumplido su misión en el mundo, la tierra se habría llenado del “conocimiento de la gloria de Jehová” (Habacuc 2:14). La fidelidad al pacto y la obediencia a los preceptos divinos resultarían en bendiciones que mejorarían gradualmente las condiciones de vida en la tierra, eliminando “toda enfermedad” del pueblo elegido y, en consecuencia, aumentando su longevidad (véase Deuteronomio 7:12-15, 11:8-25, 28:1-14). Dentro de este proceso gradual debe entenderse la afirmación de que “morir a los cien años será morir joven” (Isaías 65:20, TLA). Esta mejora de la calidad de vida continuaría hasta que la muerte finalmente dejara de existir. En el Antiguo Testamento, la tierra nueva se esperaba desde esta perspectiva.

Como Israel no cumplió las expectativas del pacto, las promesas condicionales de prosperidad no alcanzaron el cumplimiento esperado (véase Deuteronomio 28:15-68). Como resultado de su creciente apostasía, el reino del Norte fue conquistado por los asirios (2 Reyes 17) y el reino del Sur por los babilonios (2 Reyes 24 y 25). Las promesas del pacto tampoco se cumplieron plenamente con los judíos en el período posterior al exilio. Fue especialmente al rechazar al Mesías cuando Israel dejó finalmente de ser la nación elegida por Dios (véase Mateo 21:43; 23-37-39).

Si el propósito divino en el Antiguo Testamento era que las condiciones de vida en el mundo mejoraran progresivamente (Isaías 65:17-25), en el Nuevo Testamento esta imagen se invierte, pues la situación del mundo empeorará cada vez más, hasta su destrucción final (véase Mateo 24:4-12, 2 Timoteo 3:1-9, 2 Pedro 3:7-13). Por lo tanto, bajo el nuevo pacto, la promesa de un “cielo nuevo” y una “tierra nueva” ya no se cumplirá mediante un proceso de mejora gradual de las condiciones de vida en la tierra, sino por la intervención sobrenatural de Dios en el momento más turbulento de la historia, cuando finalmente la enfermedad y la muerte dejarán de existir (véase 1 Corintios 15:51-55, Apocalipsis 21:1-5).

Autor: Pr. Alberto R. Timm, Ph. D.

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web:  https://biblia.com.br/perguntas-biblicas/morrer-aos-cem-anos-um-esclarecimento-biblico-sobre-isaias-6520/

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