Ojo por ojo diente por diente
Jesús
julio 28, 2025

¿Se trata de una ley que fomenta la venganza o la misericordia?
William Barclay
“Pero yo les digo: No resistan al malo. Más bien, a cualquiera que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mateo 5:39).
“Estas palabras no eran más que una reiteración de la enseñanza del Antiguo Testamento. Es cierto que la regla “ojo por ojo y diente por diente” (Levítico 24:20), era una providencia en las leyes dadas por medio de Moisés; sin embargo, fue un estatuto civil.”
“Nadie estaría justificado para vengarse, pues tenían las palabras del Señor: ‘No digas: Me vengaré’; ‘no digas: Como me ha hecho, así le haré’; ‘cuando tu enemigo caiga, no te alegres’; ‘si el que te odia tiene hambre, dale de comer pan; y si tiene sed, dale de beber agua’ (Proverbios 20:22; 24:29, 17; 25:21, 22).” (MDC, p. 70-71).
“En Mateo 5:38, Jesús comienza citando la ley más antigua que existe: ojo por ojo y diente por diente. Esta ley se conoce con el nombre latino de Lex Talionis, y podría describirse como la ley de la reciprocidad directa. Aparece en el Código de Hammurabi, el código de leyes más antiguo que se conoce: data del 2285 al 2242 a. C., fecha del reinado de ese gobernante en Babilonia”.
“Esta ley pasó a formar parte de la ética del Antiguo Testamento. Lo encontramos explícitamente al menos tres veces, a saber: ‘Pero si ocurre un daño mayor, entonces pagará vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe” (Éxodo 21:23-25)’. ‘Y el que cause lesión a su prójimo, según hizo, así le será hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente. Según la lesión que haya hecho a otro, así se le hará a él’ (Levítico 24:19, 20). ‘No le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie’ (Deuteronomio 19:21). A menudo se citan estas leyes como las disposiciones más sangrientas, salvajes y despiadadas del Antiguo Testamento; pero antes de empezar a criticar el Antiguo Testamento debemos hacer algunas observaciones”.
“La Lex Talionis, o ley de la retribución directa, lejos de ser una disposición salvaje y sanguinaria es el principio de la misericordia. Su propósito original era en realidad limitar la venganza. La ‘venganza’ y la enemistad de sangre eran una característica de la sociedad tribal en aquellos tiempos. Si un miembro de una tribu mataba a un miembro de otra tribu, la obligación de todos los miembros masculinos de la segunda tribu era vengarse en topos de los miembros masculinos de la primera, y la venganza buscada no era otra que la muerte”.
“La ley del talión limita deliberadamente el alcance de la venganza. Establece que solo el responsable de la lesión debe ser castigado y que su castigo no debe ser mayor que la lesión que infligió a la otra parte ofendida. Visto desde una perspectiva histórica, esta ley no es salvaje, sino una ley misericordiosa. Además, esta ley […] era aplicada por un juez a través de un proceso legal de carácter público (véase Éxodo 18:19)”.
“Esta ley nunca buscó dar al individuo, como persona privada, el derecho a la venganza personal. Siempre fue una norma destinada a orientar al juez a la hora de evaluar la pena que debía aplicar por cualquier acto violento o injusto. Y, lo más importante de todo, hay que recordar que la Lex Talionis no es, ni mucho menos, toda la ética del Antiguo Testamento, por eso allí encontramos destellos de la más auténtica misericordia: ‘No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, amarás a tu prójimo como a ti mismo’ [Levítico 19:18]. ‘Si tu enemigo tiene hambre dale de comer pan; y si tiene sed dale de beber agua’ (Proverbios 25:21); ‘Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas’ (Lamentaciones 3:30). La misericordia también abunda en el Antiguo Testamento. Así, pues, la ley antigua se basa en el principio de la retribución directa”.
“Es cierto que esta ley era una ley misericordiosa; es cierto que tenía que ser aplicada por un juez y no se dejaba al criterio privado del individuo; es cierto que nunca se aplicaba literalmente; es cierto que iba acompañada de expresiones de auténtica misericordia. Pero Jesús eliminó los fundamentos mismos de esa ley, porque la venganza, por muy controlada y restringida que esté, no tiene cabida en la vida cristiana”.
Autor: William Barclay, Comentário Bíblico de Mateus, p. 178.
La publicación original de este artículo se encuentra en la página web: https://biblia.com.br/perguntas-biblicas/olho-por-olho-e-dente-por-dente-incentivo-a-vinganca-ou-a-misericordia/
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