Acceder

Registro Recuperar contraseña

Ojo por ojo y diente por diente

Antiguo Testamento

marzo 17, 2023

¿Es esta ley un incentivo a la venganza o a la misericordia?

William Barclay

“Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla” (Mateo 5:39, NTV).

“Estas palabras no eran más que una reiteración de la enseñanza del Antiguo Testamento. Es cierto que la regla “ojo por ojo y diente por diente” (Levítico 24:20) fue una providencia en las leyes dadas a través de Moisés; sin embargo, fue un estatuto civil”.

“Nadie estaría justificado para vengarse, pues tenían las palabras del Señor: ‘No digas: Yo me vengaré’; ‘No digas: Como me hizo, así le haré’; ‘Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes’; ‘Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, y si tuviere sed, dale de beber agua’ (Proverbios 20:22; 24:29, 17; 25:21)” (MDC, p. 70-71).

“En Mateo 5:38, Jesús comienza citando la ley más antigua que existe: ojo por ojo y diente por diente. Esta ley se conoce con el nombre latino de Lex Talionis, y podría describirse como la ley de la reciprocidad directa. Aparece en el Código de Hammurabi, el código de leyes más antiguo que se conoce: data de los años 2285 a 2242 a. C., fecha del reinado de ese gobernante en Babilonia”.

“Esta ley pasó a formar parte de la ética del Antiguo Testamento. Lo encontramos explícitamente al menos tres veces, a saber: ‘Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe’ (Éxodo 21:23-25). ‘Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él’ (Levítico 24:19, 20); ‘Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie’ (Deuteronomio 19:21). A menudo se citan estas leyes como las disposiciones más sangrientas, salvajes y despiadadas del Antiguo Testamento; pero antes de empezar a criticar el Antiguo Testamento debemos hacer algunas observaciones”.

“La Lex Talionis, o ley de la retribución directa, lejos de ser una disposición salvaje y sanguinaria es un principio de misericordia. Su propósito original era en realidad limitar la venganza. La ‘venganza’ y la enemistad de sangre eran una característica de la sociedad tribal en aquellos tiempos. Si un miembro de una tribu mataba a un miembro de otra tribu, la obligación de todos los miembros masculinos de la segunda tribu era vengarse de los miembros masculinos de la primera, y la venganza buscada no era otra que la muerte.”

“La ley del talión limita deliberadamente el alcance de la venganza. Establece que solo el responsable de la herida debe ser castigado y que su castigo no debe ser mayor que la herida que infligió a la otra parte ofendida. Visto desde una perspectiva histórica, esta ley no es salvaje, sino una ley misericordiosa. Además, esta ley […] era aplicada por un juez a través de un proceso legal de carácter público (véase Éxodo 18:19)”.

“Esta ley nunca pretendió dar al individuo, como persona privada, el derecho a vengarse personalmente. Siempre fue una norma destinada a orientar al juez a la hora de evaluar la pena que debía aplicar por cualquier acto violento o injusto. Y, lo más importante de todo, hay que recordar que la Lex Talionis no es, ni mucho menos, toda la ética del Antiguo Testamento, de modo que en la Biblia encontramos destellos de la más auténtica misericordia: ‘No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo’ (Levítico 19:18, NBLA); ‘Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber’ (Proverbios 25:21, NVI); ‘que ofrezca su mejilla al que lo hiere y lo afrenta’ (Lamentaciones 3:30, BLPH). La misericordia también abunda en el Antiguo Testamento. Por su parte, pues, la ley antigua se basa en el principio de la retribución directa”.

“Es cierto que esta ley era una ley misericordiosa; es cierto que debía ser aplicada por el juez y no se dejaba al arbitrio del individuo como particular; es cierto que nunca se aplicaba literalmente; es cierto que al mismo tiempo iba acompañada de expresiones de auténtica misericordia. Pero Jesús eliminó los fundamentos mismos de esa ley, porque la venganza, por muy controlada y restringida que esté, no tiene cabida en la vida cristiana”.1

Referencia

Wiiliam Barclay, Comentário Bíblico de Mateus, p. 178.

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web:  https://biblia.com.br/perguntas-biblicas/olho-por-olho-e-dente-por-dente-incentivo-a-vinganca-ou-a-misericordia/

Si deseas saber más de la Biblia, solicita gratis el siguiente curso: