Acceder

Registro Recuperar contraseña

La pureza del sexo

Sexualidad

junio 13, 2025

“¿Qué hora es?”, preguntó un turista a un vendedor ambulante en la calle Uruguaiana de Río de Janeiro. El chico miró de un lado a otro y, con esa alegría carioca, respondió: “Es la hora del sexo, aquí siempre es la hora del sexo”.

Pr. Alejandro Bullón

La expresión casi inconsciente de este chico podría ser un símbolo de la cultura que nos rodea. Vivimos en medio de una sociedad sexualizada o erotizada hasta el punto de apelar al sexo incluso para vender galletas en los anuncios de televisión.

Proverbios 5:18-20 nos muestra que una de las cosas más bellas, puras y sagradas que Dios entregó a los seres humanos en la creación es el sexo. El sexo es tan sagrado para Dios que en el Antiguo Testamento, a la hora de identificar a su pueblo, no lo marca en el corazón ni en la frente ni en las manos, sino en el órgano sexual masculino.

En el Nuevo Testamento, cuando el Señor busca una ilustración para expresar el tipo de relación pura que quiere tener con su iglesia, utiliza la ilustración de la relación sexual entre marido y mujer.

Dios dio al hombre muchos regalos en la creación. Le dio la posesión de la tierra, el alimento, el cuerpo y sus diversas funciones, pero las únicas dos veces que utiliza la palabra bendito es cuando le da el sábado (Génesis 2:3) y cuando le da el sexo (Génesis 1:28).

Entonces, ¿de dónde viene la perturbación que siente la gente al punto de pensar que el tema del sexo no es un tema para un devocional? El enemigo entró y distorsionó los planes originales de Dios y dejó en el inconsciente humano la idea de que el sexo es “tolerable”, pero en el fondo no es muy limpio, que siempre hay algo malo en él.

Dios creó el sexo para que fuera una expresión de amor entre marido y mujer, y para que fuera un vehículo de unión mental, espiritual y física.

Cuando el sexo se convierte solo en un acto físico, se convierte en un acto instintivo y animal, y deja de ser el sexo puro, limpio y santo que Dios creó.

El sexo, antes o fuera del matrimonio, no puede ser un acto espiritual, se torna solo en instintivo y por lo tanto se convierte en una fuente permanente de vacío, desesperación y culpa.

¿Podrías ver el sexo como una fuente de bendición, de amor, de santidad y de pureza? Ese era el plan original de Dios. Por eso Pablo dice: “Esposos, amen a sus esposas así como también Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25).

Autor: Pr. Alejandro Bullón

La publicación original de este artículo se encuentra en la página web:  https://biblia.com.br/perguntas-biblicas/a-pureza-do-sexo/

Si deseas saber más de la Biblia, solicita gratis el siguiente curso: